jueves, 22 de marzo de 2012

CAPITULO V. María Fernanda Ramírez Navarro

La evaluación formativa

Como ya se mencionó en el capitulo tres de este libro, hay diferentes tipos de evaluación: la diagnóstica, la formativa y la sumativa. 

Para el presente capitulo abordaremos la evaluación formativa por considerar que es la más importante y viable para mejorar la calidad educativa en general y en todos los niveles.
Cabe mencionar que existe confusión en muchos docentes sobre el termino de evaluación formativa, ya que consideran que ésta consiste en la promoción de valores en la educación, situación que dista mucho del concepto que aquí vamos a comentar, porque en realidad la evaluación formativa, como veremos más adelante, se refiere a la construcción de aprendizajes en el proceso mismo de la enseñanza, teniendo como referencia la evaluación.


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miércoles, 21 de marzo de 2012

Significado de Evaluación formativa


Definición

Evaluación formativa: Recalca el carácter educativo y orientador propio de la evaluación. Se refiere a todo el proceso de aprendizaje de los alumnos, desde la fase de detección de las necesidades hasta el momento de la evaluación final o sumativa. Tiene una función de diagnóstico en las fases iniciales del proceso, y de orientación a lo largo de todo el proceso e incluso en la fase final, cuando el análisis de los resultados alcanzados tiene que proporcionar pistas para la reorientación de todos los elementos que han intervenido en él.

La evaluación puede clasificarse según el propósito con el que se realiza, es decir que responde al PARA QUÉ y está relacionado con la oportunidad CUANDO se evalúa.
De modo que puede ser: Evaluación diagnóstica o inicial, Evaluación formativa o de proceso y Evaluación sumativa, final , integradora o de resultado.

Nos ocuparemos en esta oportunidad de la evaluación formativa, que se caracteriza por no tener calificación, sino una apreciación de la calidad del trabajo académico realizado, pues es la que nos permite determinar en cada segmento o tramo del Curso o Carrera los resultados obtenidos, para realizar los ajustes y adecuaciones necesarias para llegar al éxito, con la excelencia que demanda la sociedad actual en estos tiempos pos-modernos.

Así podemos afirmar que, la evaluación formativa, tal como se la ha caracterizado anteriormente, posibilita una doble retroalimentación. Por un lado , indica al alumno su situación respecto de las distintas etapas por las que debe pasar para realizar un aprendizaje determinado; y por el otro, indica al profesor cómo se desarrolla el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como los mayores logros y dificultades de los que aprenden.
Es decir que el concepto de evaluación formativa nos remite a una caracterización dinámica de la situación educativa, en la que ocurren modificaciones e interacciones de todo tipo entre los elementos que la configuran .

Por lo que en este tipo de evaluación, no todo está dicho previamente ante la puesta en práctica de una secuencia didáctica, así como tomar conciencia, de que no siempre el proceso instructivo consigue sus fines indefectiblemente.

De esta manera, la evaluación formativa se ajusta al paradigma de investigación que considera a la enseñanza como un proceso de toma de decisiones y al docente como al profesional encargado de adoptarlas (Pérez Gómez,1983; Shavelson y Stern,1981).

La elaboración de estrategias de evaluación formativa no tiene un único marco conceptual. Cada teoría del aprendizaje puede ser utilizada como marco teórico a partir del cual se pueden establecer estrategias coherentes de evaluación formativa.

De manera que, este tipo de evaluación se convierte en un elemento muy relevante de la ayuda pedagógica que los profesores proporcionan a los educandos protagonistas de su propio aprendizaje , para que éste resulte lo más significativo posible.

De este modo el docente, luego de la interpretación de los datos de este tipo de evaluación, podrá decidir acerca de la revisión de un tema o de la reiteración en la enseñanza del mismo si fuera necesario, la recomendación de bibliografía o información de punta para reforzar algún aprendizaje y poder continuar con otros.
La información que arroja este tipo de evaluación, sin embargo, no es únicamente útil para el profesor, sino que debe ser entregada a los estudiantes, de manera que también puedan hacerse cargo de su propio proceso de aprendizaje. Todo lo cual coadyuvará para el crecimiento personal del cursante.

¿En qué consiste la Evaluación Formativa?


El siguiente es un fragmento de un excelente artículo, que considero nos presenta la razón fundamental por la que debemos implementar  la evaluación formativa al esquema educativo en todos los niveles en México....


La evaluación formativa

©Pedro Morales Vallejo, Universidad Pontificia Comillas,
Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Madrid
Disponible en
Publicado en Morales Vallejo, P. (2009). Ser profesor: una mirada al alumno.
Guatemala: Universidad Rafael Landívar, 41-98


1. La importancia de evaluaciones y exámenes
Para resaltar la importancia de evaluaciones y exámenes me voy a fijar en varios puntos en los que no siempre pensamos de manera refleja, porque por lo que respecta a los exámenes nuestra atención tiende a concentrarse en cómo vamos a examinar (y habitualmente repetiremos lo que hemos hecho otros años y no hay mucho que pensar) y en cómo vamos a calificar. Estas ideas iniciales son fundamentales para hablar después de la evaluación formativa.
1.1. Los efectos no pretendidos de los exámenes
Antes de clarificar lo que se entiende por evaluación formativa1 es iluminador pensar en lo que de hecho vemos que sucede después de un examen cualquiera. Podemos recordar tanto nuestra propia experiencia cuando éramos alumnos, como lo que vemos cuando nuestros propios alumnos finalizan un examen.

Cuando los alumnos terminan un examen lo dejan en la mesa del profesor, salen de la clase, se encuentran unos con otros ¿De qué hablan? ¿Qué se preguntan? Naturalmente hablan del examen que acaban de hacer. Preguntan a sus compañeros qué resultado les ha dado en un problema, cómo han enfocado la respuesta a una pregunta. O consultan sus apuntes y textos para verificar si han respondido bien, sobre todo si tienen conciencia de no haber hecho muy bien el examen. Suele haber comentarios de este estilo:

Lo tenía bien estudiado pero no para responder a ‘este tipo de pregunta’,
No sabía que eso era tan importante,
Creía que lo había hecho bien pero ahora entiendo en qué me estaba
equivocando, etc.

Posiblemente qué es lo más importante y cómo hay que estudiar nuestra asignatura lo hemos repetido muchas veces en clase; hemos explicado con más cuidado lo que puede ser más difícil, pero… muchos alumnos no se enteran, y mucho menos si apenas han aparecido por clase. Es cuando se enfrentan a los problemas o preguntas de un examen cuando toman conciencia de sus fallos, grandes o pequeños. Incluso hay alumnos que repasando el texto después de un examen, o preguntando a sus compañeros, entienden lo que nunca entendieron en las explicaciones de clase. Es posible que algunos alumnos suspendidos en ese examen podrían aprobar si les examináramos media hora más tarde, o al día siguiente, porque se han dado cuenta de sus errores e incluso, como acabo de decir, realmente han comprendido (y no sólo repasado para poder repetirlo de memoria) lo que hasta entonces no entendían.

La reflexión importante ahora, para nosotros profesores, es ésta: con los exámenes convencionales pretendemos unas cosas (en definitiva calificar y firmar unas actas) pero a la vez suceden otras. A los alumnos les llega una valiosa información, pero… ¿No les llega demasiado tarde?

Aunque nos referimos ahora a los exámenes convencionales, lo mismo puede decirse de trabajos escritos hechos en casa y de otro tipo de tareas; la información que les llega a los alumnos cuando estos trabajos se devuelven corregidos y calificados suele llegar ya demasiado tarde.

La pregunta que podemos hacernos es ésta: ¿Por qué no examinar para informar a tiempo sobre errores, sobre cómo hay que estudiar, etc., sin esperar al final? Porque la información eficaz para un aprendizaje de calidad les llega a los alumnos cuando ven los resultados de sus respuestas y ejercicios. Cualquier tipo de evaluación envía un eficaz mensaje a los alumnos sobre qué y sobre todo cómo deben estudiar y además les fuerza a una autoevaluación, les enfrenta con lo que saben y con lo que no saben y les orienta de manera muy eficaz en su estudio posterior. Viendo lo que sucede después de los exámenes podríamos darle la vuelta a la ecuación y decidir que el alumno, en vez de estudiar y aprender para examinarse, debería examinarse para aprender. Por aquí va a ir la idea, y la práctica, de la evaluación formativa. Puede parecer complicado a primera vista, pero ya veremos que no lo es tanto.

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Otros enlaces de importancia:
200.77.230.9/inea/estructura/evaluacion/documentos.../evaforsub.pdf
[PDF] Evaluación formativa y desarrollo de competencias en educación ... www.dialoga.com.mx/Contenido/.../5_Evaluacion_formativa.pdf